Si nunca usaste sales de Schüssler y te sentís algo perdido, esta guía está hecha para vos. Empezar es más fácil de lo que imaginás, y lo mejor es que podés notar cambios reales en poco tiempo si las elegís y tomás correctamente.

Lo primero que debés saber es que cada sal tiene un número del 1 al 12, y cada una corresponde a una función específica. Por ejemplo, la Sal N°1 ayuda con la firmeza de los tejidos, la N°3 con procesos inflamatorios, y así sucesivamente. No es necesario tomarlas todas: lo importante es elegir las que tu cuerpo necesita.

Las sales se presentan en comprimidos y se disuelven en la boca o en agua caliente, lo que se conoce como "tisana caliente", una forma especialmente eficaz de absorción. La dosis habitual es de 3 a 6 veces al día según la necesidad y la intensidad del síntoma.

Podés tomarlas de forma preventiva o como apoyo durante algún desequilibrio físico o emocional. Son aptas para niños, adultos y adultos mayores, y también para personas con tratamientos médicos, ya que no tienen contraindicaciones.

Para empezar, te recomendamos el kit básico de 3 sales (N°3, N°5 y N°8) que cubren inflamación, sistema nervioso y equilibrio de líquidos, ideal como primer acercamiento. Si tenés un síntoma específico, podés buscar una guía por síntomas o pedirnos una recomendación personalizada.

En Medivina te acompañamos paso a paso para que empieces con confianza y disfrutes de los beneficios de este método natural y profundo.